Mi idea al crear Paseando por Sevilla en el año 1999 era ofrecer al que visita a Sevilla la otra cara de la ciudad. Esa que normalmente queda fuera de los circuitos turísticos habituales. Me encanta perderme con los clientes en las laberínticas calles del centro histórico en busca de un acogedor bar donde degustar unas tapas. Continuar dando un paseo por las tiendas tradicionales donde todavía se fabrica la cerámica como en el siglo XVI, o esas casas de vecinos donde todavía se hacen trajes de flamenca a mano, donde se bordan mantones, y parar especialmente en las abacerías que huelen a siglo XIX, donde comprar buenos vinos de la tierra o degustar quesos empapados en aceite. Qué mejor manera de pasar la tarde que haciendo una parada en uno de los conventos de clausura y degustar unos dulces, todavía calientes, recién hechos por las monjas, que siguen viviendo como hace mas de 500 años.
Como historiador y guía oficial de Sevilla gusto de trazar distintas rutas e itinerarios que ofrezcan al visitante la posibilidad de palpar y entender no solo la historia de la ciudad si no también la cultura local; para eso tendremos que hablar de arte, procesiones, tapas, flamenco, y como no, de fútbol.
Nuestra filosofía es, olvídate del tiempo, no necesitamos un mapa, vamos a perdernos… estamos en Sevilla.